Cala des Talaier, otra pequeña preciosidad del sur de Menorca!
Hoy os hablaremos de otra pequeña calita del sur, un rincón espectacular que vale la pena visitar.
Una calita de arena fina y blanca, más allá de las playas de Son Saura (de las que hablaremos en el próximo blog), otra más con un mar limpio y espectacular, de color turquesa, tan característico en el sur de Menorca.
Otra preciosidad del sur, sin ningún tipo de servicios y con una arena blanca increíble es un pequeño paraíso al que merece la pena llegar y disfrutar. Nunca olvidar lo de llevarse comida y bebida y a ser posible una buena sombra. Para navegantes poco expertos es poco recomendable por su poco espacio para fondear.
Es una calita de poca profundidad y aguas extremadamente limpias y transparentes, ideal para disfrutar en pareja si te gusta andar hasta este recóndito lugar. Para llegar en coche hasta el aparcamiento más cercano, hay que coger la circunvalación (ronda sur de Ciutadella) hasta encontrar una rotonda donde está indicado (Son Saura, Cala’n Turqueta y Macarella – Macarelleta), la mejor opción, es ir directamente al aparcamiento de Son Saura.
Una vez allí, para acceder a este pequeño paraíso puedes hacerlo solamente andando por el camí de Cavalls, en unos 15 minutos (hay aproximadamente 1,5 kms.) siguiendo las indicaciones.
La otra opción, menos recomendable, es desde el aparcamiento de Cala’n Turqueta (más complicado en temporada alta por la dificultad de encontrar aparcamiento, desde este último, hay más o menos, unos 3 kms.
Si os venís a Ca s’Arader, nos encantará mostraros como llegar a esta preciosa cala de aguas cristalinas!
Podéis contactar con nosotros a través de nuestra web – www.casarader.com o por teléfono al +34 670 222 115, y también por Whattsapp al mismo número.
Ca s’Arader recibe el nombre de los carpinteros artesanos de Menorca, que utilizaban la leña autóctona de acebuche para elaborar toda clase de herramientas para el campo. Antiguamente era un oficio esencial para la economía de la isla, que se transmitía de padres a hijos. Hoy, los pocos araders que quedan se dedican a fabricar barreras, mesas, bancos o taburetes, entre otros elementos.